viernes, 24 de octubre de 2014

La Oscurana del Parque Bicentenario


Sin lugar a dudas, el Parque Bicentenario representa una obra de suma importancia para el municipio Marcano y municipios aledaños.

Esta infraestructura deportiva y recreativa se construyó en el marco del plan de obras aprobado por el Presidente Chávez con motivo de la vaguada de 2010 y ejecutado por el Ministerio de la Defensa, dirigido en ese entonces por el amigo Carlos Mata.

Aunque pienso que esos recursos pudieron tener mayor y mejor alcance en lo financiero e infraestructura, como por ejemplo: los dos puentes de La Galera debieron hacerse más altos y así permitir en un futuro el paso, a la Laguna de Los Mártires, de embarcaciones de menor calado y servir de refugio en tiempos del mar de leva que cada cierto tiempo azotan Juangriego. Así mismo los embaulamientos de los ríos Toro y Mateo, sólo se hicieron en las salidas de las aguas, por lo tanto el problema sigue intacto aguas arriba y al terreno donde se construyó el parque bicentenario no se le hizo el tratamiento adecuado, tomando en cuenta que esta plataforma terrestre es una salina.

Igualmente pienso que todas estas improvisaciones se debió al apuro por la coyuntura electoral. No obstante a esto, los que me conocen saben que no soy hombre de oposicionismo a ultranza y siempre me gusta ver los ribetes positivos de las cosas, siendo la realidad que las obras existen y hay que resaltar el beneficio que prestan a la comunidad, por lo tanto al volver al título de este escrito, no importa mucho los motivos y las circunstancias: el Parque Bicentenario es una obra señorial de Juangriego. Esta obra está construida en un terreno municipal y la Gobernación está encargada de su mantenimiento a través de una cooperativa contratada para tal fin.

Hoy la realidad es la siguiente: las luminarias de energía solar están apagadas desde hace bastante tiempo ( sólo quedan dos encendidas; el mantenimiento de las áreas verdes, aunque se hace, puede y debe ser mejor a pesar del salitre; y para completar, las avenidas Jesús Rafael Leandro, Ramón Borra Gómez, y Chalía Mata, que bordean al parque están a oscuras desde hace meses y Corpoelec cuya sede está allí a patica e` mingo ¡ Muy bien gracias!

Para finalizar este relato, el cual lleva implícito la mejor de las intenciones, pongo a disposición la Alcaldía que me honro en presidir, para cooperar y mancomunar esfuerzos en aras de recuperar el esplendor inicial del Parque Bicentenario; lamentablemente muchos interlocutores del Gobierno regional son  políticamente rígidos y entienden poco del libre juego democrático y la coexistencia de poderes y los pocos que si creen, no se atreven a dar el paso por temor a que los siquitrillen o los tilden de vende Patria. Mientras tanto seguiremos trabajando por amor a nuestro pueblo, y en este caso sólo nos anima la preocupación que sentimos por el estado en que se encuentra la instalación; pero no todo es preocupación también queremos APORTAR.

Por los momentos el Parque Bicentenario se parece al título de la canción de Roberto Carlos ¡un gato en la oscuridad! Donde sólo brillan los de sus ojos;  en este caso las dos luminarias que todavía permanecen  encendidas como símbolo inequívoco de lo que puede ser y no es.

Si hay esperanza… Norte Seguro


José Ramón Díaz

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