Sin lugar a dudas, el Parque
Bicentenario representa una obra de suma importancia para el municipio Marcano
y municipios aledaños.
Esta infraestructura deportiva y
recreativa se construyó en el marco del plan de obras aprobado por el
Presidente Chávez con motivo de la vaguada de 2010 y ejecutado por el
Ministerio de la Defensa, dirigido en ese entonces por el amigo Carlos Mata.
Aunque pienso que esos recursos
pudieron tener mayor y mejor alcance en lo financiero e infraestructura, como
por ejemplo: los dos puentes de La Galera debieron hacerse más altos y así permitir
en un futuro el paso, a la Laguna de Los Mártires, de embarcaciones de menor
calado y servir de refugio en tiempos del mar de leva que cada cierto tiempo azotan
Juangriego. Así mismo los embaulamientos de los ríos Toro y Mateo, sólo se
hicieron en las salidas de las aguas, por lo tanto el problema sigue intacto
aguas arriba y al terreno donde se construyó el parque bicentenario no se le
hizo el tratamiento adecuado, tomando en cuenta que esta plataforma terrestre
es una salina.
Igualmente pienso que todas estas
improvisaciones se debió al apuro por la coyuntura electoral. No obstante a
esto, los que me conocen saben que no soy hombre de oposicionismo a ultranza y
siempre me gusta ver los ribetes positivos de las cosas, siendo la realidad que
las obras existen y hay que resaltar el beneficio que prestan a la comunidad,
por lo tanto al volver al título de este escrito, no importa mucho los motivos
y las circunstancias: el Parque Bicentenario es una obra señorial de Juangriego.
Esta obra está construida en un terreno municipal y la Gobernación está
encargada de su mantenimiento a través de una cooperativa contratada para tal
fin.
Hoy la realidad es la siguiente:
las luminarias de energía solar están apagadas desde hace bastante tiempo ( sólo
quedan dos encendidas; el mantenimiento de las áreas verdes, aunque se hace,
puede y debe ser mejor a pesar del salitre; y para completar, las avenidas Jesús
Rafael Leandro, Ramón Borra Gómez, y Chalía Mata, que bordean al parque están a
oscuras desde hace meses y Corpoelec cuya sede está allí a patica e` mingo ¡ Muy
bien gracias!
Para finalizar este relato, el
cual lleva implícito la mejor de las intenciones, pongo a disposición la Alcaldía
que me honro en presidir, para cooperar y mancomunar esfuerzos en aras de
recuperar el esplendor inicial del Parque Bicentenario; lamentablemente muchos
interlocutores del Gobierno regional son
políticamente rígidos y entienden poco del libre juego democrático y la
coexistencia de poderes y los pocos que si creen, no se atreven a dar el paso
por temor a que los siquitrillen o los tilden de vende Patria. Mientras tanto
seguiremos trabajando por amor a nuestro pueblo, y en este caso sólo nos anima
la preocupación que sentimos por el estado en que se encuentra la instalación;
pero no todo es preocupación también queremos APORTAR.
Por los momentos el Parque Bicentenario
se parece al título de la canción de Roberto Carlos ¡un gato en la oscuridad!
Donde sólo brillan los de sus ojos; en
este caso las dos luminarias que todavía permanecen encendidas como símbolo inequívoco de lo que
puede ser y no es.
Si hay esperanza… Norte Seguro
José Ramón Díaz
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