En el marco de la entrega del premio “Lo mejor de la música neoespartana 2014”, que realiza anualmente el CEDIM, el Alcalde José Ramón Díaz disertó sobre Francisco Mata, “El Cantor de Margarita”.
A continuación parte de sus palabras:
Para mi hablar de Francisco Mata es fácil y difícil a la vez. Fácil porque tengo mucho que decir de él y difícil porque tengo miedo de no cubrir las expectativas.
Hablar de Francisco Mata es hablar de la Margarita de ayer y hoy.
Hablar de Francisco Mata es hablar del mar y del sol margariteño
Hablar de Francisco Mata es hablar de Juangriego, su bahía y sus polícromos crepúsculos.
Hablar de Francisco Mata es hablar del padre ejemplar, el mejor hijo, hermano y amigo.
Hablar de Francisco Mata es hablar del mejor ciudadano.
Hablar de Francisco Mata es hablar del Cantor de la tierra mía.
El 15 de enero de 1932. Día del Maestro. En la sede del antiguo colegio Vargas, ubicado entonces en la esquina de Cují, se fundó la Sociedad Venezolana de Maestros de instrucción primaria, que cuatro años más tarde se convirtió en la Federación Venezolana de Maestros. Su primer presidente fue el notable educador y dirigente gremial Miguel Suniaga y el Maestro de América, Luis Beltrán Prieto Figueroa fue electo Secretario.
Ese mismo año, el 24 de julio, en el pintoresco pueblo de Las Piedras de Juangriego, del bendito vientre de Doña Rosa Blanca Mata, nace quien de acuerdo al santoral debió llamarse Francisco Solano, pero que su madre decidió que se llamara Francisco Antonio para que todo el mundo lo llamara “Chico Toño”; siendo su progenitor Alejandro Marcano Gómez.
Desde ese histórico 24 de julio de 1932 hasta hoy, Francisco Mata ha sido, es y seguirá siendo referencia grata y esencia pura de la margariteñeidad.
El maestro Nicolás Jesús Salazar (Benito) escribió: “Fue su padre Alejandro Marcano Gómez, hombre curtido de mar y sueños quien le enseñó a cantar ese polo dolido y doliente, esa malagueña quejumbrosa y lánguida, ese galerón que es grito y alegría, que cantaba en las faenas de pesca, entre cardúmenes, atarrayas, espumas y esperanzas. El padre quería que Chico Toño faenara en el mar. El muchacho cambió el canalete que le ofrecía el padre por la guitarra que le acompañaba en su vida”.
Del fascículo “Margarita, su música y sus músicos” escrito por la maestra Esther Quijada de González, copio lo siguiente: “Francisco Mata desde pequeño tuvo la oportunidad de ver de cerca las faenas de los pescadores, pero no nació para esto, sino que Dios le dio aptitudes para el canto y para la música y en la contemplación del mar de Las Piedras, guiado por el sonido producido por el ir y venir del oleaje, aprendió a ejecutar el cuatro, después, sería la guitarra, eterna compañera por los caminos de Dios.
Tuvo la dicha de haber sido alumno del recordado maestro Nicolás Jesús Salazar, maestro Benito, a quien siempre le demostró afecto y agradecimiento.
Desde muy pequeño se dedicó a cantar una serie de tonadas llegadas a esta tierra en la época de la conquista y colonización como son el polo, la malagueña, la jota, el galerón, entre otros, los que sabemos vinieron de España por reflejar cadencias andaluzas y como nos ha dicho el músico Francisco Carreño, nativo de Porlamar, “la isla canta las tonadas que oyeron en el “leco” “jondo” de aquellos primeros vihuelistas y “cantaores” que arribaron a nuestras costas y echaron en el recién abierto surco guaiquerí las semillas de un cantar eterno que ha extendido sus raíces en lo profundo del terruño…” y el marino de estas tierras los adoptó, los hizo suyos y a través del tiempo nos han identificado muy a pesar de la invasión de música foránea, llegada hasta la región.
Francisco Mata ha sido uno de los que han perennizado esos cantos de amor y de esperanzas, que transmiten nostalgia por el ser amado, dolor infinito, tormentas de una realidad vivida, como lo demuestran sus cuartetos interpretados como polo margariteño donde refleja su tristeza por la mujer amada:
Una noche de clara luna
La vi en la bruma del ancho mar
Otra noche volví a la playa
Entre la espuma la vi llorar.
Pero podría ser también a través de la interpretación de otro canto de grandes sentimientos como lo es la malagueña
Quiero morir cuando decline el día
En alta mar y con la cara al cielo
Parece un sueño en medio de agonía
Y el alma un ave que remonta el vuelo.
Pero no solamente interpreta “Chico Toño” música tradicional, sino música popular donde hace una extraordinaria versión de Mar de la Virgen Bonita del Dr. Gilberto Mejías Palazzi; como también de otros autores: José Rodríguez Pérez, Miguel Delpino, Alberto Valderrama Patiño, Luis Rodríguez Alfonzo, Valentín Caruci, entre otros y son numerosos los discos grabados por Chico Toño, lo que con justicia le dio el cognomento de Cantor de Margarita, autoría del laureado hombre de radio Miguel Ramón González.
Una vida entregada a cantar y a defender las tradiciones musicales, portador de un mensaje de hermandad entre los pueblos, siempre fiel a sus principios.
Sus piezas musicales son un legado de perseverancia y amor por su tierra.
El Conjunto Guaiquerí fue con quien “Chico Toño” grabó sus dos primeros LP’s. Estaba integrado por Augusto Ramos (vocalista), Daniel Marcano (cantante y ejecutante de la marimba) José Manuel Marcano (maraquero), Rómulo Rivas (cuatrista y cantante) y Pedro Rosales Millán (Director). Además de Tomás Viscaino, Antonio y José María Rodríguez, Félix Galavis y Carlos Verde.
Disuelto el conjunto Guaiquerí grabó su tercer LP con Cándido Herrera y el grupo “Los Copleros del camino” llamado “Lamento de un marino”, después formó la agrupación “Francisco Mata y su conjunto típico margariteño” con el cual graba el LP “Homónimo, vacaciones en Margarita y Margariteñerías”.
Luego forma el conjunto “Francisco Mata y sus guaiquerìes” integrado por Ernesto Rodríguez (contrabajo), Eddy Mago (cantante), Francisco Mata (guitarra y cantante) y Alberto “Beto” Valderrama Patiño (mandolina), Rómulo Rivas (cuatro) y Chelías Villarroel (cantante).
Por allí siguió la extensa y fructífera trayectoria artística del Cantor de Margarita, recorriendo diferentes terruños y sonando su música en emisoras de radio, televisión, rockolas, reportajes de prensa, revistas, etc…
Son muchos años de éxitos y su calidad como cantante permanece intacta y su voz no pasa de moda. Siempre está presente y así será por los siglos de los siglos.
Francisco Mata es patrimonio cultural del estado Nueva Esparta y del municipio Marcano, gloria del folklore nacional y recibió innumerables reconocimientos de instituciones públicas y privadas.
Cuando cumplió 70 años (año 2002), la Alcaldía de Marcano construyó, al lado de su casa en la calle Ferrer de Las Piedras, una plaza con su busto.
Siendo yo un adolescente siempre escuchaba hablar de Francisco Mata y quería conocerlo, cuando iba a pescar al muelle y a bañarme en la playa de Juangriego, escuchaba sus canciones en la rockola del Bar Bahía, El Crepúsculo y El Marino. Pero fue ya después de tener un poco más de 20 años, que pude estrechar su mano por primera vez, lo recuerdo clarito, una vez se lo comenté y el no lo recordaba. Fue donde vendía arepas y empanadas la señora Lucila, en una mesita ubicada cerca de los dos centros de diversión El Bonanza y El Crepúsculo.
Con el transcurrir del tiempo se incrementó mi admiración por el Cantor. Al conocerlo personalmente y compartir muchos momentos con él, me di cuenta que era mejor persona que cantante.
Siempre tenía un consejo, conmigo era especial.
Lo aprecié y lo sigo apreciando. El me aconsejaba mucho y yo recibía sus sabias palabras con humildad y aceptación.
En los últimos años cuando yo ocupaba cargos de elección popular como el que hoy ostento, yo lo protegía. A veces él quería participar directamente en mis campañas y yo le decía que no porque él era universal y yo quería que todos lo vieran como el que es: el “Chico Toño” de todos.
En una de las campañas en las que participé él me compuso una canción que la interpretó su hijo José y fue el himno de mi campaña. Antes de morir, me decía “cuando venga la campaña para la Alcaldía te voy a componer una canción” y aunque no pudo ser, rescatamos la versión anterior y la colocamos.
Chico Toño, Joel Velásquez y yo andábamos por todos lados y cuando él me presentaba a sus amigos de otros municipios con orgullo decía, te presento al Alcalde de Juangriego quien es como mi hijo y yo decía, no señor, el importante es usted que es el Cantor de Margarita…
Para finalizar este tributo al Cantor, compuse lo siguiente:
Francisco Mata es amor
Francisco Mata es dulzura
Chico Toño es la hermosura
de nuestro bello folclor
Chico Toño es el candor
Que en nuestras almas palpita
Chico Toño es la exquisita
imagen de mi región
Francisco es el corazón
de mi linda Margarita
¡Que buenos somos!
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