viernes, 12 de septiembre de 2014

¡UN TAL PEDRO TOPOCHO!


Hace tiempo escucho decir de un señor que llaman Pedro Topocho, se le relaciona con el alto mando de PDVSA; se dice que es el mandamás de la estatal petrolera de Oriente, se nombra como el mecenas, el que reparte nuestros reales (los de PDVSA); como una herencia familiar o como capital propio acumulado con el sudor de su frente.
Igualmente al tal Pedro Topocho se le relaciona con los grandes cacaos con mala fama de administradores y archiconocidos malamañosos de la política.

El tal Pedro Topocho, se dice por allí, en los corrillos políticos, ha sido protector del arrasador de Marcano que desapareció millones de bolívares de la Alcaldía y dejó en la banca rota a esa corporación municipal, llevándose incluso bienes municipales, que están en los inventarios y desaparecieron como por arte de magia.

En convenio Alcaldía de Marcano-PDVSA, el tal Pedro Topocho le entregó al “arrasador” la bitácora de once palos y este se fue con la cabuya en la pata, no terminó las casas y jamás presentó cuentas.

Así mismo la Alcaldía de Marcano tenía en convenio con PDVSA unos autobuses y unas maquinarias para prestarle servicio al pueblo, que es el verdadero dueño, y el 8 y 9 de diciembre el arrasador se los llevó. No sabemos para donde y para colmo de males, la fiesta del asfalto, que había iniciado PDVSA en Marcano, de pronto se perdió. Es decir, se apagó la música y según dicen fue por orden del tal Pedro Topocho.

Y también afirma la gente que el tal Pedro Topocho apaña las marramucias del arrasador y estoy por creer que es así porque he elevado mi voz ante todas las instancias del poder y se han hecho los pendejos ante los desmanes cometidos.
Quiero decirle al tal Pedro Topocho:
Soy venezolano, margariteño, marcanense y pedregalero

Soy Alcalde electo por el pueblo del municipio, escucha bien Pedro Topocho ¡por el pueblo!.

Y usted Pedro Topocho por muy alto cargo que ostente y por muy enchufado que esté, no es quien para quitarle al pueblo lo que por Ley le pertenece y estoy segura que esa aureola que usted hoy posee algún día caerá y sentirá en carne propia el desprecio de nuestra gente por sus malas ejecutorias y apoyo a las triquiñuelas del “arrasador”.

Mientras tanto, nosotros desde nuestra humilde trinchera de lucha seguiremos reclamando las gotas de petróleo que por derecho nos corresponde.


José Ramón Díaz Hernández

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