MANPRESA: la
Mancomunidad para la Prestación del
Servicio de Aseo Urbano y Domiciliario, fue creada mediante documento suscrito
por los Alcaldes del estado Nueva Esparta, previa aprobación por los Consejos Municipales.
Esta asociación prevista en la ley Orgánica del Poder Público Municipal se creó
con el fin de mancomunar esfuerzos para mejorar el servicio de recolección,
transporte y disposición final de la basura, tomando en consideración que de
esa forma se conjugaron recursos para garantizar un servicio público de suma
importancia para el turismo y la salud de los neoespartanos.
Con sus tropiezos, la
mancomunidad comenzó a trabajar y poco a poco se fueron obteniendo logros,
llegando su mejor momento entre los años 2006 a 2008, cuando mediante acuerdo
con el Ministerio de Ambiente y siendo el Vice Ministro el hasta hace poco
Ministro Miguel Rodríguez, se lograron 10 nuevos camiones compactadores; los cuales vinieron a
mejorar sustancialmente el parque automotor de Manpresa, esto aunado a un plan
operativo existente y un estudio de tarifas para ser incrementadas, sin
perjudicar a los sectores más desposeídos, una vez se considerara justo y
necesario. De esa manera se garantizaba un pote con partidas suficientes para
la adquisición de nuevos camiones y el mantenimiento preventivo y correctivo de
los existentes.
Las Alcaldía pagaban una
mensualidad (algunas) y Manpresa era un organismo técnico. Todo eso cambio a
partir del año 2009 cuando Manpresa se
convirtió en un organismo burocrático y politiquero, refugio de políticos sin
cargos, con sus honrosas excepciones.
Allí vino la debacle, se
fueron rompiendo los camiones y arrumados en un cementerio de chatarras en
Pedregales, además le aprobaron un dinero para comprar 10 camiones y estos nunca se vieron. Lo demás
es historia conocida, Manpresa se convirtió en un símbolo de la falta de gerencia
e ineficiencia administrativa. Sin embargo es bueno aclarar: Manpresa no es
mala, fatales son los que la dirigieron en los últimos años.
A principios del año 2014,
el Gobernador llamó a los Alcaldes a una reunión para plantearnos la
eliminación de Manpresa y la creación de la empresa estadal Sanear que mediante
un convenio con el gobierno argentino tiene nuevos camiones , equipos y ya
están construyendo el nuevo relleno sanitario.
Inmediatamente manifesté mi
satisfacción y decisión de plegarme a la iniciativa; en tal sentido felicito al
Gobernador porque creo fue una acertada decisión para el beneficio del Estado.
Igualmente le recomendé al Gobernador en esa reunión que colocara en Sanear a
personas con capacidad técnica y no por cuotas políticas o por complacencia. De igual manera
manifesté mi preocupación por el destino de los trabajadores de Manpresa, por
su estabilidad laboral y sus prestaciones. El planteo que se haría una
evaluación, ¡No sé si se hizo porque no hubo más comunicación!. Todo esto
tomando en cuenta que los trabajadores no son culpables de la mala gestión de
sus jefes, quienes por cierto están todos enchufados en el Gobierno.
Dicho y hecho: en estos días
hemos visto con tristeza que los ex trabajadores de Manpresa andan dando
“PETOTAZOS” exigiendo sus prestaciones y lo lamentable es que los culpables se
regodean por allí buchones y no dicen ni pio.
No obstante vi con satisfacción
que voceros de la Gobernación los atendieron y les manifestaron que el
Gobernador estaba en la mejor disposición de arreglarles sus problemas… EXCELENTE….
¡Mil Felicitaciones!..
Me parece un buen acto de
justicia del Gobernador; pero como dice el refrán “La lengua es el peor castigo
del cuerpo” y el vocero de la Gobernación según nota de prensa dijo: El
Gobernador va a pagar, pero eso no es un problema de la Gobernación, eso es un
problema de la directiva de Manpresa … ¡ A confesión de parte relevo de pruebas!
Y el hombre aquel que tanto habla no dice nada… al fin y al cabo quiero
resaltar lo positivo, el Gobernador va a pagar… ¡En horabuena!
Para finalizar quiero recordarles a los
integrantes de la Junta Liquidadora de Manpresa que están en la obligación de
informar los avances del proceso y no sigan con la mala costumbre de hacer las
cosas emboscados, contraviniendo así el pregón de la revolución: la
participación; así evitaremos reeditar el tétrico capitulo de Manpresa conocido
ya en los anales de la historia política insular como
EL
TOCOCO ROJO DE MANPRESA.
JOSE
RAMON DIAZ.
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